Cacatúa Ninfa | Guía completa de cuidados

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Cacatúa Ninfa | Guía completa de cuidados

¿Pensando en añadir una cacatúa ninfa a tu familia? Estos loros australianos son los miembros más pequeños de la familia de cacatúas. Son inmensamente populares como mascotas, pero también a menudo maltratadas y abandonadas. ¡Lee un poco sobre sus necesidades antes de comprar tu ninfa!

Sigue leyendo para descubrir todo lo que tienes que saber sobre los cuidados de una cacatúa ninfa.

Nombre(s) (común, científico)Ninfa, cacatúa ninfa o carolina, Nymphicus hollandicus
Hábitat natural Matorrales áridos australianos
TamañoHasta 35 cm y hasta 120 gramos
Duración de vida15-25 años
Nivel de ruidoBajo (para un loro)

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Cacatúa ninfa: Hábitat natural

A la hora de averiguar cómo cuidar a un animal en cautividad, puede ser útil echar un vistazo a su hábitat y sus hábitos naturales. Las ninfas no son una excepción.

La cacatúa ninfa (conocida científicamente como Nymphicus hollandicus) se encuentra de forma natural en Australia. Aquí no habita en una zona concreta: las ninfas suelen ser nómadas.

Siguen las fuentes de comida y agua en gran parte del país, moviéndose en grandes bandadas que pueden contener cientos de individuos.

¿Lo sabías? Las ninfas son el único miembro del género Nymphicus, lo que las diferencia de otras especies de loros. Sin embargo, como delatan sus crestas, son parientes de las cacatúas.

El hábitat natural de esta especie suele ser la sabana, los matorrales y los pastizales. No les gustan los bosques densos, aunque es importante que haya algunos árboles, ya que las ninfas anidan en los huecos.

Estos hábitats no son muy hospitalarios. Pueden variar de semiáridos a muy áridos, y las aves de presa suponen un peligro. Por ello, la vida de las ninfas en la naturaleza es mucho más corta que la de sus homólogas domésticas (hasta 15 años frente a 25 o más).

Consejo: Puedes encontrar mucha más información sobre la vida de la especie en la naturaleza en el artículo completo sobre el hábitat y el ciclo de vida de las ninfas silvestres.

Cacatúa ninfa: Dieta

Hay una razón por la que hablamos de la dieta justo al principio de este artículo. Una y otra vez, los estudios han demostrado que un número asombroso de loros domésticos sufren desnutrición y/u obesidad (Schoemaker, Lumeij, Dorrestein y Beynen, 1999).

Las ninfas no son una excepción. Una dieta inadecuada puede acortar drásticamente la vida de tu mascota, debido a problemas como la deficiencia de vitamina A o de calcio, la obesidad, etc.

Por lo tanto, vamos a hablar brevemente de la dieta de las ninfas silvestres antes de pasar a lo que debería comer tu espécimen doméstico.

Dieta silvestre

Las ninfas silvestres están muy adaptadas a comer semillas. Poseen la capacidad de desgranar una pequeña semilla utilizando sólo su pico y luego digerirla eficazmente con la ayuda de su larga y musculosa molleja (la parte del tracto intestinal destinada a triturar los alimentos).

Los tipos de semillas y otros alimentos que comen dependen, obviamente, del lugar donde viven estas ninfas silvestres. Jones (1987) informó de una fuerte preferencia por el sorgo, mientras que otras fuentes observaron que las ninfas acuden a zonas con árboles de acacia.

Sea cual sea su alimento favorito, las ninfas silvestres tienen una dieta variada y bastante calórica. Las semillas contienen mucha grasa y son perfectas para mantener a estas activas aves.

El hecho de que coman tanto semillas frescas como secas de varias especies de plantas, así como cualquier otro bocado comestible que puedan encontrar, les garantiza la obtención de todos los nutrientes que necesitan.

¿Lo sabías? Las ninfas se forrajean en el suelo. Por eso, a menudo encontrarás a tu ninfa rebuscando en el suelo o en el fondo de su jaula los restos de comida. ¡No la pises!

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Dieta doméstica

En cautividad, la desafortunada verdad es que no podemos ofrecer a nuestras ninfas la misma variedad de semillas frescas y secas y otros alimentos que encontrarían en la naturaleza.

Lo bueno es que no hace falta. Una dieta basada en semillas es muy alta en grasa, lo cual es perfecto para las aves silvestres que vuelan muchos kilómetros al día, pero no es tan ideal para nuestras aves domésticas.

Aunque las mezclas de semillas secas (a menudo compuestas por alpiste, mijo, semillas de girasol y cáñamo) han sido durante mucho tiempo la opción alimentaria preferida para las ninfas, los estudios científicos dejan cada vez más claro que esto no es suficiente (Ullrey, Allen y Baer, 1991; entre otros).

Aunque no es necesario abandonar por completo las semillas, es muy recomendable utilizar un pienso de alta calidad como alimento básico para tu ninfa en lugar de una mezcla de semillas. El pienso no es tan calórico y contiene un montón de (micro)nutrientes de los que carecen las semillas.

Puedes complementar la dieta de tu pájaro con muchas verduras frescas, así como frutas frescas, brotes e incluso algunas flores de jardín, hierbas y ramas frescas. Para más inspiración, no olvides mirar el artículo completo sobre qué come una ninfa.

Además de todo esto, no olvides proporcionar a tu ninfa múltiples fuentes de agua fresca y limpia. También puedes ofrecerle un bloque de calcio y/o un hueso de jibia.

Ninfa sentada encima de la jaula con mijo amarillo.
Cualquier ninfa vendería su alma por una rama de mijo, pero es mejor utilizarlo como premio, no como alimento básico.

Cacatúa ninfa: Temperamento

En su hábitat natural, las ninfas pueden vivir en bandadas de cientos de pájaros, lo que les da la enorme ventaja de la seguridad en número. Dependen de su bandada para la seguridad, la reproducción, el acicalamiento y mucho más.

Además, estos loros se unen a una sola pareja, por lo que no tienen que malgastar energía cada año buscando una nueva pareja con la que reproducirse. Las ninfas son seres extremadamente sociales y eso se nota.

A una ninfa domesticada le encantará estar con su dueño o cerca de él. Te verá como un miembro de su bandada o incluso como su pareja. En un entorno doméstico, al fin y al cabo, ¡tu formas parte de la bandada!

¿Lo sabías? Las ninfas en la naturaleza se acicalan unas a otras para estrechar lazos y ayudar con las mudas. Una ninfa domesticada a menudo te pedirá que hagas lo mismo, inclinando la cabeza para que le rasques la nuca.

Esta especie está considerada como uno de los loros más relajados, lo que significa que no tienden a ser ruidosos, hiperactivos o mordaces. También significa que no les gusta que los manoseen: a algunos loros no les importa que los cojan o incluso que los pongan de espaldas en la palma de las manos. Las ninfas no están entre ellos.

Al igual que otras especies de loros, las ninfas sí que son muy inteligentes y juguetonas. Les encanta explorar y aprender cosas nuevas.

Consejo: Una ninfa indómita o traumatizada puede parecer que no se ajusta a lo anterior. Pueden ser mordaces y no estar interesados en absoluto en pasar el rato. No te rindas. Todavía puedes domesticar y adiestrar a tu pájaro para que se relaje y disfrute de la vida.

La cresta

Hay muchos indicadores del estado de ánimo de los loros, como el estado de sus plumas, que están infladas cuando el pájaro está relajado y planas contra el cuerpo cuando está alerta.

El pico es otro indicador. Un pico abierto sirve para amenazar y es un buen indicador de la posibilidad de un mordisco, mientras que un loro que rechina el pico está muy contento.

Las ninfas tienen un indicador adicional que puede decir mucho sobre cómo se sienten: su cresta. Vigila las plumas de su cabeza y asegúrate de aprender qué significan las diferentes posiciones.

  • Ángulo de 90º, completamente vertical: asustado o muy alerta.
  • Erguido pero no totalmente vertical: curioso, atento a lo que sucede.
  • Posición neutra (ángulo de unos 40°): relajado, contento.
  • Plano contra la cabeza: agresivo, se siente amenazado.

Consejo: No olvides prestar también atención a las vocalizaciones de tu cacatúa ninfa. Dicen mucho sobre cómo se siente tu pájaro. Por ejemplo, los gritos agudos son una señal segura de que está pasando algo. Si tu pájaro silba o canta, se siente relajado y posiblemente un poco coqueto.

Machos vs. hembras

Aunque al final todo depende de la socialización, las ninfas hembras se consideran generalmente un poco más tímidas y menos extrovertidas que los machos

Los machos tienden a ser más atrevidos. Vocalizan más y tienen un vocabulario más amplio. También suelen buscar la atención. Es posible que veas a tu macho de ninfa pavonearse, hacer la forma de un corazón con sus alas, golpear objetos con el pico y más.

Ninfa blanca (Nymphicus hollandicus), un popular loro de compañía
Cresta erguida pero no vertical:
esta ninfa está alerta (debido a la cámara) pero no está asustada.

Cacatúa ninfa: Jaula

Una parte muy importante de los cuidados de una ninfa es una jaula adecuada. Tu pájaro considerará su jaula como su hogar: un lugar seguro al que retirarse para dormir y relajarse.

El tamaño exacto que debe tener la jaula de una ninfa depende del tiempo que tu ave pase en ella. Si tiene libre acceso al resto de la habitación durante todo el día, eso obviamente es diferente a cuando sólo le ofreces unas horas de tiempo fuera de la jaula al día. Una ninfa que pasará todo el día dentro necesitará un voladero.

En general, la jaula de una ninfa debe ser lo suficientemente grande como para albergar unas cuantas perchas para loros (al menos 2-3 de madera natural, preferiblemente cerca de la parte superior de la jaula).

También debes poder colocar los cuencos de comida y muchos juguetes, dejando al mismo tiempo espacio suficiente para que el pájaro estire las alas y salte o vuele.

Como regla general, evita cualquier jaula que tenga menos de 60 cm de largo. Aunque las jaulas verticales para loros son más populares, lo ideal es una rectangular. Las ninfas y otros loros utilizan más el espacio horizontal que el vertical.

¿Lo sabías? Las ninfas son propensas a los sustos nocturnos, en los que se asustan y pueden herirse gravemente. Es posible que tengas que instalar una luz nocturna cerca de la jaula.

Infografía sobre los cuidados de un loro ninfa, en estilo de dibujos animados.

Cacatúa ninfa: Enriquecimiento ambiental

Hay muchas cosas que puedes hacer para que tu ninfa no sólo esté sana, sino también feliz y libre de estrés. No hay razón para que tu pájaro se aburra.

Proporciona varias horas fuera de la jaula al día para mantener a tu ninfa activa y animarla a explorar. Además, no olvides las otras opciones de enriquecimiento ambiental que se comentan a continuación.

El aspecto social

Lo más importante que hay que tener en cuenta al considerar la incorporación de una ninfa a tu familia es que deberás pasar mucho tiempo con tu ave. Como se ha mencionado anteriormente, pueden formar naturalmente grandes bandadas y dependen de otras ninfas para su seguridad y más. Además, se vinculan de por vida.

Si no puedes ofrecerle entretenimiento pasando mucho tiempo con tu pájaro a diario (pasando el rato, entrenando, silbando y más), es crucial que tenga un amigo ninfa. Se marchitará por el estrés y la ansiedad sin compañía.

Una ninfa, al igual que la mayoría de los loros, se comportará mal cuando no se satisfagan sus necesidades sociales. Una ninfa privada puede automutilarse arrancándose las plumas, gritar incesantemente o incluso volverse agresiva.

Adiestramento

¿Qué puedes hacer durante esas horas que deberías pasar con tu ninfa? Bueno, pasar el rato viendo una peli mientras tu ave duerma en tu hombro está absolutamente bien, pero considera también invertir algo de tiempo en el adiestramiento.

Entrenar a tu ninfa tiene más beneficios que simplemente enseñarle a hacer cosas. Por ejemplo:

  • El adiestramiento es una forma de enriquecimiento y de ejercicio cerebral para tu ninfa, que ayuda a evitar el aburrimiento.
  • El adiestramiento ayuda a reforzar el vínculo con tu pájaro y fomenta la confianza.
  • El adiestramiento permite premiar los buenos comportamientos y desalentar los no deseados.

Y, por supuesto, es muy útil cuando tu ninfa sabe hacer cosas básicas como subir a tu dedo. ¡O incluso cosas divertidas como los trucos! También puedes enseñarle algunas melodías o frases sencillas.

Mujer besando a una ninfa hembra gris( Nymphicus hollandicus).
Tu ninfa necesita tu atención para prosperar.

Juguetes

Como también menciono en el artículo sobre juguetes para ninfas, a éstos y otros loros les encanta jugar. Les gusta masticar, picotear, lanzarse, destrozar, hacer puzzles y mucho más. Por eso, es importante que tu pájaro tenga acceso a muchos juguetes.

“Juguetes” es un concepto bastante amplio. Hay un sinfín de marcas y variedades de juguetes para loros, incluyendo un montón que son adecuados para las ninfas. Suelen estar coloreados con tintes vegetales para hacerlos más emocionantes y cuentan con piezas móviles, colgantes, campanas y otras cosas divertidas.

Si te gusta el bricolaje, también hay muchas opciones para eso. Puedes comprar kits de piezas para juguetes para loros que te permiten hacer un montón de juguetes a la vez.

También puedes optar por hacer tus propios juguetes usando cosas que ya tienes en casa, como el papel triturado y otros artículos domésticos.

Consejo: Compra o haz un montón de juguetes y rótalos cada dos semanas para mantenerlas nuevas y emocionantes. Y, además de los juguetes, da a tu ninfa acceso a un baño. A algunas les encanta chapotear para eliminar el polvo y la caspa.

Forrajeo

Una forma fantástica de proporcionar enriquecimiento y estimular comportamientos naturales que a menudo se pasa por alto es el forrajeo (Coulton, Waran y Young, 1997).

Piénsalo: en la naturaleza, tu ninfa pasaría la mayor parte del día escudriñando meticulosamente el suelo en busca de sabrosos bocados. En tu casa, le echas la comida en un cuenco y se la come en cinco minutos.

Haz que las comidas sean un poco más desafiantes que eso. A tu pájaro le encantará trabajar para conseguir su comida. Es lo que su cerebro inteligente está programado para hacer.

Podrías considerar:

  • Ofrecer frutas enteras, verduras y otros alimentos de mayor tamaño en vez de picado.
  • Utilizar juguetes sencillos de forraje que requieran un poco de esfuerzo.
  • Buscar ramas seguras para las aves, como el eucalipto, que crece en el hábitat natural de la ninfa.
  • Una caja de forraje con comida escondida entre papel triturado y otros elementos.
Ninfa macho (Nymphicus hollandicus)
Estudios demuestran que los loros a menudo prefieren la comida presentada en un entorno de forraje, aunque tengan que trabajar más para conseguirla (Coulton, Waran y Young, 1997).

Cacatúa ninfa: Sonidos

¿Las ninfas son ruidosas?

Antes de incorporar cualquier tipo de loro a tu vida, debes tener en cuenta cómo soportas el ruido. Si prefieres el silencio, estas aves no son para ti. Las ninfas están entre los loros más silenciosos, pero eso no significa que puedas disfrutar de un silencio permanente si tienes una.

Las ninfas macho suelen ser las más ruidosas y pasarán parte de su tiempo silbando a sus juguetes, a su pareja o a ti. Sin embargo, eso no significa que puedas esperar que una hembra sea totalmente silenciosa. Siguen produciendo la típica llamada de bandada.

Es totalmente normal que una ninfa grite cuando está descontenta por algo, y es posible que no siempre puedas averiguar de qué se trata. A veces es sólo ruido por el ruido.

Considera la posibilidad de ver un vídeo sobre los sonidos de las ninfas y piensa si puedes soportar escuchar estos ruidos durante gran parte del día.

¿Las ninfas hablan?

¡Vamos a la parte divertida! Aparte de todos los pitidos, gorjeos, trinos y otros ruidos normales de las ninfas, estas aves también pueden aprender a imitar el habla humana.

Ten en cuenta que las ninfas no son precisamente los loros más hábiles para hablar. Sin embargo, pueden aprender algunas melodías y frases cortas. Sólo asegúrate de que estás preparado para ser paciente, porque puede que acabes repitiendo una frase cientos de veces antes de que tu ninfa la capte.

Dado que los machos son más ruidosos para atraer a su pareja, suelen ser los mejores candidatos para hablar.

Consejo: Puedes encontrar más información sobre cómo hacer que tu ninfa hable en el artículo sobre el habla de las ninfas.

Ninfa hablando sin parar

Cacatúa ninfa: Colores

El color más común de las ninfas es el del tipo silvestre. Los machos son de color gris con la cabeza amarilla (como se ve en la foto abajo), mientras que las hembras tienen la cabeza gris.

Como en muchas otras mascotas, la cría selectiva ha permitido la creación de muchos otros colores y patrones de ninfas. Algunos de los más comunes incluyen:

  • Lutino: Una ninfa amarilla con manchas anaranjadas en las mejillas y ojos rojos debido a la ausencia de la melanina responsable de la coloración gris.
  • Manchada: Coloración única y con parches.
  • Perla: Patrón moteado, que los machos perderán con el tiempo. Las hembras pueden perderlo o no.
  • Cara blanca: Sin coloración amarilla o naranja, sólo gris (con la cara blanca en los machos).
  • Albino: En realidad es un lutino de cara blanca. La ausencia de amarillo hace que el pájaro sea totalmente blanco, pero no es albino de verdad.

¿Lo sabías? En las ninfas de tipo silvestre, se puede ver fácilmente la diferencia entre los machos y las hembras, ya que las damas tendrán la cabeza gris. En otras variaciones de color es un poco más difícil, y a veces imposible (las ninfas manchadas, por ejemplo). Puedes leer más en el artículo sobre cómo averiguar si una ninfa es macho o hembra.

Curiosa ninfa gris macho (Nymphicus hollandicus).
Ninfa macho de color silvestre.

Cacatúa ninfa: Emergencias

Antes de terminar esta guía, vamos a entrar en otro aspecto muy importante, aunque menos agradable, del cuidado de las ninfas.

Como con cualquier mascota, es importante tener un plan preparado para las emergencias médicas. También debes ser capaz de reconocer los síntomas básicos de una enfermedad.

Consejo: ¿Vas a añadir una nueva ninfa a tu familia? Siempre debes reservar una visita al veterinario para una revisión general. ¡Más vale prevenir que curar! Una revisión anual tampoco es mala idea.

Síntomas

Es completamente normal que una ninfa tenga un mal día de vez en cuando. Esto pasa especialmente cuando el pájaro está mudando, cuando puede parecer malhumorado y “apagado” durante un período de tiempo. Los estornudos ocasionales tampoco son motivo de preocupación, ya que son criaturas bastante polvorientas.

Lo que sí debe vigilar es lo siguiente:

  • Falta de actividad, con las plumas hinchadas. Posiblemente en el fondo de la jaula.
  • Falta de interés por la comida.
  • Estornudos persistentes, sobre todo si hay secreciones que no son de color claro.
  • Sangrado. Esto es muy grave, ya que un pájaro puede desangrarse rápidamente.
  • Sibilancias.
  • Cacas de aspecto anormal. Debería saber cómo es el aspecto de una caca sana.
  • Meneo de la cola.
  • Vómitos.

Aparte de esto, asegúrate de vigilar siempre a tu pájaro. Ya conoces sus patrones de comportamiento normales y su aspecto. Si esto cambia de repente, puede ser necesario visitar al veterinario.

Planes de emergencia

Parte del cuidado adecuado de una ninfa es poder entrar en acción de inmediato si algo va mal con tu amigo emplumado.

Asegúrate de tener lo siguiente en orden:

  • Ten a mano los números de uno o dos veterinarios de aves de tu zona.
  • Los procedimientos veterinarios no son baratos. Tener un fondo de emergencia puede ayudar a suavizar el golpe.
  • Ten un pequeño kit de emergencia escondido en algún lugar. Polvo para coagular la sangre, pinzas, gasas, toallitas desinfectantes, ese tipo de cosas.
  • Una jaula de viaje o una caja de zapatos de repuesto pueden resultar muy útiles.

Si tienes más preguntas sobre cómo cuidar una ninfa o quieres compartir tus propias experiencias con estos loros populares, no dudes en dejar un comentario a continuación.

Fuentes

Coulton, L. E., Waran, N. K., & Young, R. J. (1997). Effects of foraging enrichment on the behaviour of parrots. ANIMAL WELFARE-POTTERS BAR-6, 357-364.

Jones, D. (1987). Feeding ecology of the cockatiel, Nymphicus-Hollandicus, in a grain-growing area. Wildlife Research14(1), 105-115.

Schoemaker, N. J., Lumeij, J. T., Dorrestein, G. M., & Beynen, A. C. (1999). Nutrition-related problems in pet birds. Tijdschrift voor diergeneeskunde124(2), 39.

Ullrey, D. E., Allen, M. E., & Baer, D. J. (1991). Formulated diets versus seed mixtures for psittacines. The Journal of nutrition121(suppl_11), S193-S205.

Fuentes de imagen

Cover photo © beeboys on Adobe Stock. Cockatiel with millet © KP on Adobe Stock.

  • Marijke Puts

    Marijke is a full-time niche blogger and pop science writer, founder of Psittacology, and overly enthusiastic bird mom. Originally from The Netherlands but living in sunny Spain, she spends her time wrangling cockatiels, writing about parrots, cooking, diving and hiking. About me

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